Sobre Zeem Psicología

Zeem Psicología es el fruto de 19 años de estudio, experiencias, viajes, ensayos, errores, paciencia, ilusiones, proyectos, ideas, esfuerzo, constancia, motivación y trabajo.

 

Durante 14 años he estado trabajando desde el nombre de CENTRO DE PSICOLOGIA HUERTA ROSALES, nombre que se me ocurrió tan sólo teniendo en cuenta la zona donde me encontraba, pensando y con buen acierto, que las personas que quisieran acudir a mi consulta me identificarían fácil geográficamente hablando. Este nombre no simbolizaba quizá nada más que una zona, y el logo representaba algo más, que un “muñeco”, sonriente, eso sí, que no dejaba de ser otra cosa que la letra psi griega, símbolo de nuestra profesión. Tan SÓLO ESO: algo, simple, sin pretensiones, sin nada más que aportar y tímidamente apostando por un trabajo bien hecho basado en unos valores, un par de títulos y una creciente incertidumbre por el riesgo que suponía emprender y mantener un trabajo con clara vocación de servicio, pero ¡SÓLO ESO!

 

Pasaron los años… el Centro no creció en tamaño, ni en recursos humanos, pero sí en conocimientos, experiencias, y vidas… jóvenes, niños, adultos, no tan jóvenes, parejas…

 

Cada cual con su demanda, con sus conflictos, con sus miedos y con sus EMOCIONES… Sobre todo CON SUS EMOCIONES.

 

Con el tiempo, y afortunadamente desde el principio, me di cuenta que mi Licenciatura en Psicología y los dos másteres de dos años cada uno intensamente estudiados en aquellas, por las dos universidades más prestigiosas del país, se quedaban sólo en simples titulaciones  NECESARIAS, PERO NO SUFICIENTES.

 

Mi consulta crecía y crecía, y cada vez me llegaban más personas, con diversas quejas y demandas, y empecé a darme cuenta de que lo que tenía delante eran cerebros descompensados, alterados, enfrentados a la vida, enfrascados y enredados en el miedo, en la angustia, a veces en la ira, en la rabia y en el sinsentido de querer y no poder conseguir desenredarse y aliviarse.

 

Con el ánimo de acortar el tiempo de tratamiento y de sufrimiento, me fui curtiendo en diferentes herramientas, escuelas y enfoques terapéuticos, unos reconocidos, otros ni siquiera conocidos, pero todos ellos y sin excepción totalmente enfocados en la neurociencia y en el trabajo con la emoción, y con todas las partes de la persona, del ser, y aquí es donde empecé a darme cuenta de que al final el trabajo, mi trabajo consistía en EDUCAR EN EMOCIONES a niños, a sus padres, a adultos, a sus parejas y en definitiva a cualquier persona que acudía a consulta en busca de soluciones.

 

Es por ello, que AHORA el nombre de mi centro se llame ZEEM PSICOLOGÍA, son las siglas que justo significa esto: ZONA DE EDUCACIÓN EMOCIONAL. Zona donde la emoción, el conocimiento y la gestión de las mismas cobran un papel totalmente primordial e importante en el proceso terapéutico de las personas que acuden a consulta, que quieren conocerse, que quieren comprender y comprenderse, y que quieren aceptar y sobre todo ACEPTARSE.

 

Y partiendo de esto y sobre todo del sentido del ser, del conocimiento, de la experiencia y de los años de profesión nace mi LOGO, lo que representa tantos años de servicio y de formación. Impregnado de sabiduría, de firmeza y sobre todo de convencimiento en lo que representa.

 

Mi logo consta de tres elementos conscientemente elaborados y un elemento que sin pretenderlo aparece o parece como resultado:

 

1- El CIRCULO: Simboliza la plenitud de lo simple, representa lo infinito, la fluidez de la vida, la acción, el movimiento, los ciclos de la naturaleza, la armonía, el equilibrio. El fin último de lo que buscamos cuando pedimos ayuda, de cuando sufrimos.

Es la expresión del momento, y a la vez del movimiento circular del universo.

Carl Jung lo definía como la formación y la transformación de la propia mente. Representa la calma, pero también el impulso de ir más allá, del movimiento necesario para avanzar en el proceso terapéutico, para alcanzar lo que pretendemos ( de iniciarnos en el proceso).

 

2- La hoja de BAMBÚ: Representa la paciencia, el crecimiento apenas inmediatamente visto, pero si trabajado, el autocuidado. Representa el crecimiento y el proceso terapéutico, nuestra profesión no es de resultados inmediatos, es un CONFIAR EN EL PROCESO, un cuidar nuestras raíces, fortalecerlas, trabajarlas, podarlas, alimentarlas, y solo si se dan estos preceptos, creceremos como el bambú, casi sin darnos cuenta, nuestro crecimiento será lento, paulatino, pero fuerte y seguro, firme y enraizado.

 

3- LETRA PSI GRIEGA: Es la vigésima tercera letra del alfabeto griego. Es el símbolo de mi profesión, de la ciencia que estudia el cerebro y el comportamiento humano. Para mí, en mi logo representa la CIENCIA, el conocimiento, lo exhaustivo, el acierto, lo conocido, lo cierto.

 

4- Y sin quererlo ni pretenderlo, el cuarto elemento, LA FLOR DE LOTOsímbolo del renacer, de la resiliencia. Es una planta acuática que florece en lo simple. Su significado es echar raíces bajo el lodo, de ahí su fuerza, su resistencia, su aprendizaje y su firmeza. Representa el alta terapéutica, lo bonito, lo conseguido, lo vistoso, lo que ya podemos disfrutar. “El fruto permitido”.

 

Y todo ello es ZEEM PSICOLOGÍA, zona de educación emocional. Coincide con la mitad de “mi vida vivida”, quizá con la mitad de “mi carrera explotada”, coincide quizá con una “visión resumida”, con la “experiencia necesaria” y con la visión desde la calma de una “esperanza de vida” fuertemente enraizada y auto-comprendida.

 

Zeem es mi nueva marca, convencida de lo que simboliza y apostando por lo que representa, decido elegirla como estandarte de lo que hago, de lo que soy, no sin antes hacer el duelo de lo que pierdo, o simplemente transformo: mi anterior nombre, mi anterior logo. Me honra hablar de lo que fue, de lo que no dejará de ser, pues durante 14 años se ha convertido en mi mayor patrimonio. Quizá Centro de Psicología Huerta Rosales dejará de sonar, de leerse, de publicitarse, pero siempre permanecerá en los entresijos de mis intervenciones, de mis proyectos, de mis nuevas metas e ilusiones y mis nuevas pretensiones.

 

Nada cambia, todo se transforma…